Una reflexión del artículo de la teóloga católica feminista de Malaisia Sharon A. “Sufrir, resistir, sanar: Una visión asiática del cuerpo” en “Concilium” n. 295 (Abril 2002) 299-308.
La autora Malaisia, considera el cuerpo, especialmente de mujer como lugar teológico dónde las experiencias vividas de las bases y en particular de las mujeres, desde su posición de marginalidad, son Cristo, y por ende privilegio de reflexión.
¨Los cuerpos que sufren, los cuerpos que resisten y los cuerpos que sanan constituyen la parte vital, nervio y fibra de las teologías cristianas de Asia.¨
De manera que las consecuencias que ha tenido para las mujeres la denigración de su corporalidad, ha significado un Reconocimiento de las realidades vividas por ellas, mujeres y hombres asiáticos que sen ven inmovilizadas por la violencia estructural y sistémica en forma de opresiones de género, raza, casta, culturas y religiosas.
Ha significado en palabras de Sharon visibilizar a las ¨madres, esposas, hijas y hermanas que son víctimas y supervivientes de la violencia familiar en sus diversas formas, de infanticidio femenino, incestos, muertes a causa de la dote, asesinatos por cuestiones de honor, violencia doméstica, y supervivientes de la violencia masiva de mujeres de minorías étnicas, de la violencia política y conflicto armado. Mujeres víctimas y supervivientes de la violencia estatal manifiesta en la violación, tortura, ejecuciones. Violencia por el tráfico de mujeres, deportaciones.¨
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